El segmento de las lentes de contacto sigue creciendo y ganando consensos entre los usuarios que utilizan alguna corrección visual, por las numerosas ventajas de uso que presentan en diferentes ámbitos con respecto a las gafas.

Dichas ventajas no tienen que ver solamente con la estética, sino también pueden ser de tipo visual, ya que en algunos casos las lentes de contacto proporcionan mejor calidad de visión que las gafas y el usuario goza de un campo de visión nítido y más amplio, porque siguen el movimiento del ojo a lo largo del día.

Por otra parte, a menudo, resultan del todo necesarias en determinadas profesiones, así como en la práctica deportiva. Para entender la variedad de productos disponibles en el mercado, es importante entender cuál es el mecanismo que está detrás de su uso óptimo. La cornea, la parte sobre la que se apoyan las lentes de contacto, no tiene vasos sanguíneos, ya que su transparencia es fundamental para su función. Por esta razón la córnea obtiene oxígeno fundamentalmente de la atmósfera a través de la lágrima.

La lágrima y el porcentaje de agua e hidratación, así, cobran una especial importancia en los usuarios de lentes de contacto realizando al mismo tiempo la función de proteger y lubricar el ojo, creando una superficie uniforme (necesaria para que la visión sea clara).

Desde su origen Ias lentes de contacto han evolucionado enormemente, gracias a la constante labor de investigación de los laboratorios y fabricantes que trabajan incesantemente en los nuevos diseños y materiales; esto ha contribuido también al aumento del número de usuarios que pueden contar con distintas modalidades de uso, lo cual permite además hacer una elección personalizada de las lentes para cada portador, en función de las características de sus ojos, sus necesidades de uso, estilo de vida etc.

Según el material con el que las lentes de contacto están fabricadas, su porcentaje de agua, y la frecuencia de remplazo ideal, el óptico adaptará para cada portador la mejor opción disponible.

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Tipos de lentes de contacto

Lentes blandas desechables o lentes de reemplazo frecuente.

Con el uso y el paso del tiempo, el material de las lentes de contacto se va deteriorando poco a poco, va acumulando depósitos y suciedad, lo que aumenta el riesgo de problemas y complicaciones oculares. Para reducir al máximo estos problemas, existen las lentes de remplazo frecuente, así como las lentes desechables.

Las lentes desechables: son un tipo de lentes blandas que, una vez que se quitan del ojo, se desechan y se tiran.

Esto permite usar las lentes de contacto de forma ocasional, siendo útil por ejemplo para deportistas, personas que viajan con frecuencia y no pueden llevar consigo el kit de limpieza,etc.

Tienen la ventaja de que no necesitan líquidos de limpieza ni ningún tipo de mantenimiento. Estas lentillas diarias pueden utilizarse alternativamente con otros tipos de lentillas mensuales tradicionales, o de forma puntual en sustitución de las gafas.

Lentes de reemplazo frecuente: suelen ser blandas y las que más se utilizan son las de reposición mensual, aunque también existen lentes que se reponen cada dos semanas y lentes que se reponen cada tres meses. Por ejemplo, en el caso de las lentes de reposición mensual, el usuario recibe packs trimestrales o semestrales, de manera que cada mes estrenará un par de lentes nuevas.

Se trata de unas lentes con un alto contenido en agua, lo que permite una buena oxigenación para el ojo. El motivo de que tengan que reponerse con una determinada frecuencia se debe a las características del material con el que están fabricadas las lentes, ya que se trata de materiales con más tendencia a acumular suciedad y que se deterioran más rápidamente.

Las lentes de reemplazo frecuente no suelen causar complicaciones; a pesar de ello, pueden aparecer problemas cuando no se siguen las normas recomendadas para su uso, por ejemplo, al intentar que las lentes duren más tiempo del recomendado o por no mantener las condiciones higiénicas necesarias. Algunos usuarios de hecho, prefieren las lentes de contacto mensuales,  porque se despreocupan durante todo un mes. Sea cual sea tu estilo de vida, hay una lente de contacto que se adapta a tus necesidades. Lo realmente importante es seguir escrupulosamente las recomendaciones de uso, las pautas de limpieza y los consejos de tu óptico optometrista que sabrá aconsejarte sobre la mejor solución para tus necesidades.