También llamado “uña” o “palmera” es una anomalía ocular muy frecuente. Se produce por la inflamación y crecimiento de tejido de la conjuntiva (un tejido semi transparente, con vasos sanguíneos, que cubre la parte blanca del ojo), normalmente se dirige desde la parte blanca del ojo hacia el tejido de la córnea.

Este tejido debemos mantenerlo bien lubricado con lágrimas para evitar la inflamación, que puede ser debida a vientos fuertes, exposición solar u otros procesos irritantes.

Inicialmente el crecimiento es pequeño produciendo una sensación de ardor y resequedad, solamente en casos de inflamación importantes produciendo un astigmatismo o por el crecimiento peligroso hacia el centro de la córnea optaríamos por la cirugía ya que alteraría la visión. El tipo de intervención depende de cada caso y se vería en el estudio previo con el cirujano.

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